JEROH MONTILLA, TIBISAY VARGAS, EDGARDO MALASPINA Y ADOLFO RODRIGUEZ

JEROH MONTILLA, TIBISAY VARGAS, EDGARDO MALASPINA Y ADOLFO RODRIGUEZ
ESCRITORES GUARIQUEÑOS

sábado, 11 de septiembre de 2010

JEROH MONTILLA

JEROH MONTILLA, HISTORIADOR, ESCRITOR Y POETA.

INES VARGAS

INES VARGAS ESCRIBIÓ "RELATOS DEL CIRUELAR", RECUERDOS DE SU INFANCIA EN LAS MERCEDES DEL LLANO.

ARGENIS RANUAREZ




ARGENIS RANUAREZ, CRONISTA OFICIAL DE SAN JUAN DE LOS MORROS.ESCRITOR, POETA, ABOGADO Y PERIODISTA.

jueves, 9 de septiembre de 2010

ANDRÉS ELOY BLANCO ,LIBRO DE RICARDO ALCALÁ

EDGARDO MALASPINA EN LA CASA NATAL DE AEB EN CUMANÁ.
A MANERA DE PRÓLOGO

Por : Edgardo Malaspina

Escribir unas palabras para este esbozo biográfico de Andrés Eloy Blanco realizada por el profesor Ricardo Alcalá es tarea difícil, pero muy grata.

En efecto, Andrés Eloy Blanco es nuestro poeta nacional más destacado del siglo XX , no sólo por su producción lírica hermosa, sino también por la compenetración que tuvo su obra con nuestro pueblo, y por el halo revolucionario que la impulsó. Su identificación con los más necesitados la materializó a través de un personaje emblemático: Juan Bimba. Fue un hombre de letras que no eludió el compromiso político, gesto que pagó con la cárcel y el destierro. Andrés Eloy Blanco es un poeta inabarcable ( he aquí el lado difícil) y múltiple que hizo poesía para cada uno de los momentos, alegres o triste, de la vida; y también para cada una de las pasiones del alma. Para el año que se va, las Uvas del Tiempo; contra el racismo, Angelitos Negros; para recordar nuestra historia, Canto a España ; y para aliviar la pena por un amor que nos abandona, la metáfora precisa y certera en Coplas del Amor Viajero : “Pero te vas sin dejar ni una huella en el camino/ sombra azul que cruza el mar/ la borra el azul marino.”
Podía también definir una situación iluminándola como si su pluma fuese un rayo: “Quien tiene un hijo tiene todos los hijos del mundo”; o cuando se refirió al drama de nuestros párvulos del campo agobiados por el hambre y los parásitos , flagelos que los llevaban a la tumba : “Los niños comiendo tierra, y la tierra comiendo niños”.

Lo grato proviene del recuerdo que me lleva a la escuela primaria cuando aprendí a recitar sus poemas. Hacíamos certámenes en las esquinas con otros compañeros. Alguien decía : “Ya pasaste por mi casa a flor de ti la sonrisa”; y otro contestaba: “Fuiste un ensueño en la gasa, fuiste una gasa en la brisa”.





Un día visité la casa natal del bardo en Cumana y sentí la paz espiritual que nos invade cuando traspasamos los portones de un templo. Allí están para nuestra devoción y admiración su escritorio hecho por el propio vate, el consultorio médico de su padre y los viejos tomos en la biblioteca (“ ¡Mi casona oriental! Aquella casa/con claustros coloniales, portón y enredaderas/ “), todo celosamente cuidado; y el patio donde crece, un descendiente en quinta generación del “gran parral que daba todo el año uvas más dulces que la miel de abejas”.

Ricardo Alcalá, nuestro muy apreciado profesor y escritor talentoso con varios libros en su hoja de servicios, nos refresca en su ensayo las etapas fundamentales de la vida de Andrés Eloy Blanco. Nos muestra al hombre sencillo que parte de la provincia para lanzar sus versos por todo el país; pero también nos habla de un aspecto poco conocido: AEB fue abogado de Pancha Vázquez, inmortalizada por Rómulo Gallegos como Doña Bárbara. Luego de abordar la fructífera labor literaria del poeta cumanés y hablarnos también del ciudadano y del político, Alcalá remata mencionando las pasiones que lo rodearon : el pueblo, el amor y la muerte.













BAUTIZO DEL LIBRO EN LA SEDE DE LA PLATAFORMA DEL LIBRO EN SAN JUAN DE LOS MORROS EL 09 DE SEPTIEMBRE DE 2010.
NOTA DE EDGARDO MALASPINA: AGRADEZCO AL PROFESOR ALCALÁ EL HONOR QUE ME HIZO AL DESIGNARME PROLOGUISTA Y PADRINO DE SU HERMOSA OBRA.



lunes, 23 de agosto de 2010

ACENTO DE CABALGADURA


ENCUENTRO DE CRONISTAS E HISTORIADORES

ORTIZ, 20 DE AGOSTO DE 2010


ALGUNOS ASPECTOS MÉDICOS EN LA NOVELA “ACENTO DE CABALGADURA” DE ENRIQUE MUJICA”

Por: Edgardo Malaspina

Enrique Mujica, poeta y escritor galardonado con muchos premios nacionales e internacionales, nacido en San Juan de los Morros , en su obra cumbre “Acento de cabalgadura” nos habla del llano Guariqueño, sus caminos y los hombres que lo transitan. Con un lenguaje exquisitamente coloquial cada relato es una experiencia muy personal en un marco local, pero cuya carga de sabiduría vital resumida es una experiencia que trasciende hacia lo universal por su perspicacia y profundidad filosófica.

Me detendré en algunos párrafos que reflejan la manera peculiar del hombre de la sabana de enfrentar y entender las enfermedades, en el contexto de una medicina primitiva, pero sencilla y empìrica que Victor Manuel Ovalles no dudó en denominar Llaneroterapia.

En el relato La Ruleta el personaje debe encargarse de una bodega con la sugerencia de comer donde los hermanos Ladera. Analiza su situación:
“ Pero ya mi hermano Manuel me había dicho que esos Ladera toítos tenían lázaro. Yo no había sacao esa cuenta. Solamente fui un día. Tenían un comiero. Bateas de yuca y cochino y queso fresco. Yo namás pellizqué el cochino . Me dio asco. A uno de ellos le vi unas cuartaduras en la jorqueta e los deos, el cuero encerao, brillante, y las orejas llagosas. Al viejo no lo vi, lo tenían en un cuarto, ique casi se lo había comío el lázaro”.

Observación: Los cuadros clínicos descritos se corresponden con las manifestaciones de la lepra. La aprehensión del personaje es comprensible por cuanto desde tiempos inmemoriales la lepra ha sido rechazada por la sociedad, notándose un cambio en está conducta al demostrarse la poca posibilitad de adquirir el mal de manera directa. Recordemos las vestimenta y las carracas implementados en la Edad Media para ser usados por los leprosos; Cabo Blanco en Venezuela para aislarlos; y la película de Papillón, quien acepta un puro de la los labios de un leproso porque sabe que no enfermará de esa manera, pero si que se ganará la confianza del enfermo para escapar.
En El Regreso se habla de fiebres, calenturas y paludismo. En El Alambre se describe una herida así: “Estaba tasajiao. To el cuero e las manos y el de los brazos los tenía eflecao, se le veían entre el sangrero las venas y unos hilos blancos…Mi mamá le lavó los brazos y las manos con querosén y se los embojotó con telaraña”
Observación: Antes del uso masivo del algodón la telaraña fue muy empleada para curar heridas. Algunos investigadores hablan incluso de su efecto terapéutico.
En La Quemadura una herida provocada por melao caliente es tratada así: “Mi papá vino pacia la troja donde yo estaba y me escuchó llorando. Se quedó viéndome la llaga que ya la tenía como una matadura e burro y el dijo a mi tía Angela: Angela, búscame la botella e lejía y un pan de jabón de la tierra…Me estrujó la llaga con lejía y me juntó jabón”.
En La Miel las picaduras de avispas son curadas con cataplasmas de salivas e tabacos.
Observación: Las cataplasma con diferentes sustancias fue un método curativo muy difundido desde la Antigüedad. Por otro lado, el tabaco fue ampliamente utilizado como medicamento: ya como antiséptico, ya como enema para los parásitos . Su uso en forma de rapé colocado al inicio del pulgar y el índice le dio el nombre a esa región anatómica de la tabaquera.
En La Mesa se habla del “lion que ventea la mujé preñá y la persigue ande vaya”
Observación: Algunos médicos antiguos creían que todo estado fisiopatológico poseía su propio olor peculiar y creián en la posibilidad de diagnosticar una enfermedad con sólo oler al paciente.
En El Burro, al animal se le desprende un carnigón de su boca con dos hierros uno frío y otro caliente .
Observación: el propio Hipócrates recomendaba el método cuando afirmaba: Lo que no cura la hierba, lo curo el cuchillo, y no lo que no cura el cuchillo lo cura el fuego”. Aunque esa época no se tenía claro el concepto de las infecciones, es evidente el efecto antiséptico de la aplicación del calor. Por otro lado, las propias heridas de fuego eran curadas con más calor por aquello de los tratamiento de los semejantes y porque se pensaba que anulaba el veneno de la pólvora.
En El Camino se habla sobre un circo que tenía unos pavos bailarines: “A los pavos los montan arriba una plancha e cin caliente. Cogen la plancha e cin y la ponen arriba unas brasas. Por eso es que los pavos bailan.
Observación: Aunque en el relato no se habla de que al mismo tiempo hay que colocar una música, es ese el método, explicado por el médico ruso Iván Pavlov a través de sus investigaciones de los reflejos condicionados.
En Los Cueros se habla de las comadronas: “A Rosa Castillo toítos le decíamos mama porque esa la que había partiao a to el mundo allá en Los Bancos. Me acuerdo que cuando mi mamá entraba en el mes, mandaban a buscá a Rosa Castillo a Calabozo. Una semana antes del día del parto ya ella estaba en la casa. Le colgaban una hamaca así pa un lao del corredor y to los días le mataban una gallina. Cuando ella legaba era como si llegaba un obispo, la gente en la casa andaba callaíta y to el muchacho que la veía, y también hombres jechos, le besaban la mano”.
Observación: Nótese el respeto que existía hacia las comadronas, precursoras de las modernos profesionales de la obstetricia.
En mismo relato anterior se trata la herida de una yegua “con jabón de la tierra y cerda picá de ella misma y creolina…”
Obsevación: “La cerda picá de ella misma” es una manifestación de autoinmunoterapia, utilizada desde siempre (beber la propia orina, inyectarse la propia sangre) y es el eje de los tratamientos del Dr. Jacinto Convit, quien utiliza material proveniente de un tumor maligno para autoinoculárselo al paciente.
En el relato El Gallo una contusión en la frente es curada con aplicaciones de manteca de cochino con sal; mientras que en La Cerca se da la siguiente descripción: “A Encarnacioncito ,un día,levantando un burro que se había enjarretao con dos estantes de taguapire lo jincó una espina en un deo y se le enconó. Del grueso e la muñeca se le puso el deo. Con tabaco y hoja e topocho se lo embojotamos”.
Observación: La descripción se corresponde con la inflamación de un dedo denominada panadizo.
En El Colerin , denominación que se le daba a la obstrucción intestinal, se describe más bien un cuadro de intoxicación alimentaria: “Yo me jarté de cochino frito y por jambroso me empurre una taza de chocolate…Ai me empezaron aq soná las tripas como cuando escucha una araguatera. Párate le dije a Julio. El paró la carreta y me bajé. Ai mismo en la orilla el monte me agaché. Cuando me volví a montá en la carrete atenía la barriga más mala, me empezaron unos retortijones y unos vómitos”.
Observación: el colerín u obstrucción intestinal por lo general era fatal. Un recurso curativo extremo consistía en darle de tragar al enfermo unas bolitas de plomo para que con su peso abrieran el paso de los intestinos, suponían los curanderos.